viernes, 15 de junio de 2012

la medalla conmemorativa de la defensa del Arsenal de la Carraca

La medalla conmemorativa de la defensa de la Carraca

Hoy queremos evocar una importante faceta de la historia de este islote -tan querido para nosotros-  donde se encuentra el Arsenal de la Carraca.

Apenas se accede a este recinto podemos ver, a la izquierda de la avenida principal, una escultura tallada en piedra blanca con una forma ovoide. si continuamos penetrando en él y entramos en la bien cuidada "Cámara de oficiales", observaremos esta misma figura reproducida en una especie de biombo de vidrieras presidida por una enseña nacional, que perteneció a esta base naval.

 Ambas representanciones tienen su origen en una medalla de bronce, con forma elíptica, de 38 mm. de diámetro mayor y 31 mm. en el  menor, con una corona mural sobrepuesta. Su anverso muestra una alegoría que representa a la Marina en el momento de vencer en la Carraca. En la parte superior de la circunferencia aparecen las palabras LEALTAD, DESINTERËS y VALOR. En la inferior figura la fecha del suceso. Su reverso, entre ramas de laurel y roble, presenta la la siguiente inscripción: A LOS DEFENSORES DE LA CARRACA, LA PATRIA AGRADECIDA.

Esta medalla fue creada por un decreto del Gobierno de Castelar el 8-10-1873, para conmemorar la defensa de la Carraca en ese mismo año, que establece que deberá ser usada pendiente de una cinta de color verde-mar con lista grana en los extremos. La recibieron todos aquellos que defendieron materialmente la Carraca desde el 19 de julio al 2 de agosto de 1873 y fue acuñada por el Estado. Esta medalla al mérito naval estaba pensionada con 7,50 ots. al mes y era de carácter vitalício, según decreto de 30 de agosto de 1874.

El 4 de setiembre de 1874, otro decreto concede esta misma cruz, aunque en plata, a varios escribientes de la Carraca, previa solicitud, con distintivo vertical; la misma pero con los colores de la cinta horizontales y sólo durante el tiempo que estén en el servico, fue concedida por Real Orden de 13 de setiembre de 1875 a varios operarios, fogoneros y marineros que cursaron instancias reclamándola.

Nace la medalla como agradecimiento del gobierno a unos hombres que, presididos por el Capitán General del Departamento, se comprometieron a defender hasta morir el puesto confiado a su honor; se guiaron por el propósito de cumplir su deber militar de enaltecer el cuerpo de la armada y sacrificar su vida por la paz y ventura de la patria, sin aceptar recompensa por el servicio prestado.

Así li expresa el parte oficial remitido por el Capitan General del Departamento, C.A. José Ignacio Rodríguez de Arias y Villavicencio, quien renunció al empleo de V.A., al que fue promovido por estos sucesos, mostrando la firmeza de los compromisos adquiridos por este grupo de jefes y oficiales.

De este modo sucinto queremos mostrar los hechos que motivaron la creación de esta medalla. Estos ocurren en el último tercio del siglo XIX, recién estrenada la 1ª República. Epoca de constantes conmociones políticas y afanes internacionalistas y federalistas.

En la exposición de los hechos seguiremos a Nicolás Muiños y Muiños, comisario de Marina y parte activa en estos, a la par que autor de una obra editada ese mismo año en Cádiz, en la imprenta de la Revista Médica de Federico Joly y Velasco, titulada la Marina en San Fernando: reseña histórica de los sucesos ocurridos en el Departamento de Cádiz y defensa del arsenal de la Carraca desde el 4 de julio...

Desde esta fecha el comandante Mota, capitán de la milicia de San Fernando, 1º alcalde y presidente del club liberal e internacionalista, organizaba motines y huelgas entre la maestranza del Arsenal, solicitando la destitución de algunos maestros al Capitán General, para reemplazarlos por sus adeptos. Su milicia hostgaba con frecuencia a la Marina. Los hechos se agravan al declararse en Cádiz el Cantón federal el 19 de julio de 1873. Ese mismo día se proclama en la Isla y se solicita la adhesión de la Marina. El Capitán General responde que sólo obedece al gobierno y sirve al país. Aquí se entabla, por tanto, el enfrentamiento.

En esta época, la Capitanía General se ubicaba en la antigua sede del la Escuela Naval, hoy Escuela de Suboficiales, situada en la Población de S. Carlos separada, por la estación de ferrocarril, del resto de la población de San Fernando, donde vivían las familias de los marinos entremezcladas con los demás lugareños.

Varios factores hacen que la situación de la Marina esté en desventaja; los insurrectos son aproximadamente 1.500 voluntarios que reciben, vía férrea, ayuda de los voluntarios gaditanos. Los militares serán unos 600. Los primeros cuentan con importante artillería y en su territorio quedan las familias de los marinos, pues las trincheras se establecen en la estación del ferrocarrrril, que separa los acuartelamientos del pueblo.

La población de San Carlos parece sitiada; por tanto, en la madrugada del 21 las fuerzas del Capitán General se repliegan al Arsenal de la Carraca al objeto de defender los barcos e intereses estatales allí depositados. Allí se encontraban la fragata Navas de Tolosa, la corbeta Villa de Bilbao, la goleta Diana y los vapores Liniers, Colón y Piles. Para la defensa se contaba, además, con las baterías del Parque: S. Carlos, Santa Rosa, Diablo y Topete. No sólo había que defeder el Arsenal, había que impedir que estas fuerzas insurgentes se extendieran; de ahí que se mandasen dos compañías de Infantería de Marina a Puerto Real para impedir su psaohacia el Puerto de Santa María y Jerez.

La defensa de la Carraca transcurre desde el 21 de julio al 2 de agosto, escasos días pero intensos en ataques. Hubo más de 80 horas de fuego  y los cañones de los buques, junto a las baterías del Arsenal,  lanzaron más de 6.200 proyectiles de todos los calibres. Durante el sitio se crearon nuevas baterías de defensa: Parejo, Oca, Sirena, Arsenal, Marina y Soldado, mandadas por tenientes de Navio que demostraron su valía ante los ataques enemigos provenientes del Puente Zuazo, Punta Cantera (CLICA), Laboratorio de Mixtos, edificios de San Carlos..... El Arsenal estaba incomunicado por mar, pues los cantonales habían tomado Puntales y la Punta de San Felipe; escaseaban las municiones, aumentaban los heridos y los buques mostraban importantes desperfectos. El Ayuntamiento de Jerez, en estos momentos, alentó la defensa obsequiando con artículos de los que carecía el Arsenal, anticipando los fondos necesarios para dar una paga a cuenta de la que debía el Estado; además, este Ayuntamiento y el del Puerto de Santa María, le proporcionaban noticias a diario.

Ante la noticia de la llegada a Puerto Real de un batallón del Regimiento de Zamora, mandada por el General en jefe  del ejército de operaciones de andalucía, las fuerzas cantonales huyen en desbandada hacia Cádiz y Chiclana. Así las Tropas toman San Fernando, desarman a las milicias voluntarias, cierran los cantros políticos y nombran un Ayuntamiento interino.

A las 12,00 horas del día 3 de agosto vuelve el Capitán General a San Fernando. La defensa de la Carraca se ha consumado. La bandera cantonal, más ensangrentada que roja por la violencia desatada, no pudo ondear en el Real sitio del Arsenal de la Carraca ya que la Junta de Guerra establecida en él supo sacar partido a sus escasos recursos, mostrando todos los asediados un comportamiento heróico.


La Carraca, 4 de agosto de 1994.






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